La leyenda de la Peña de los Enamorados evoca el desatado amor entre una princesa árabe y un caballero cristiano. Las crónicas recuerdan que pocos años antes de la conquista de la ciudad un soldado del rey Fernando cayó preso en un pueblo próximo a la Antequera árabe.
La Peña de los Enamorados

Hecho prisionero en las mazmorras de la alcazaba, una mañana recibió la visita de la hija del rey moro, una joven de belleza paralizadora conocida con el nombre de Tazgona que tras cruzar su mirada con el joven Tello cae rendida por el amor.
Desde ese día la princesa busca toda suerte de excusas para bajar a diario a las mazmorras donde en compañía de su soldado urden juntos el modo de escapar no sólo de esa lúgubre cárcel sino de la ciudad. Tazgona y Tello son conscientes de que pertenecen a reinos y culturas distintas, y que ni árabes ni cristianos verán jamás con buenos ojos su unión.
Provistos con su amor como única arma los jóvenes escapan una mañana, pero pocos minutos después de la huida a los oídos del rey árabe llegan las noticias de la fuga.
El padre de la princesa Tazgona encabeza un batallón que trata de dar caza y muerte al soldado cristiano.
La mala suerte quiso que ese mismo día las tropas cristianas asediaran Antequera, por lo que los dos amantes, acorralados e indefensos, deciden subir hasta la cima de una afilada peña visible desde todos los caminos que conducen a la ciudad malagueña. En ella deciden arrojarse al vacío y despeñar sus cuerpos antes que separarse. Cogidos de las manos y ensangrentados, el rey árabe y el rey cristiano contemplan a los amantes y angustiados deciden declinar cualquier lucha para hacerse con el gobierno de la ciudad.
De ahí, que desde Aceitunas Chicón Lebrón tengamos muy presente esta leyenda como fabricantes de aceitunas al por mayor, para celebrar la unión de las dos culturas.